Viajes


Cambian los amores, cambian las vocaciones, los lugares donde se habita, la piel también cambia.
Uno es ese tránsito, ese viaje, esas contradicciones, y algunas veces, también esas decisiones claras.
El cambio implica una tristeza, un desprendimiento. También una ilusión, un aprehenderse y aprender de lo mejor de uno.
Y al final, no hay un fin. Todo horizonte es comienzo, y entonces el viaje sigue. Pero nunca es el mismo viaje. 

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