2010

Llego casi sin nada a fin de año

Creo que he hecho un buen trabajo conmigo entonces
El trabajo, el amor, la facultad, y ciertos proyectos gravitan en un orden incierto
Pero fuerte, encaminados a quien sabe que, pero en camino.

Fue un año fuerte. Un año de muchos cambios, de perdidas y reencuentros increíbles.
Dice esta canción, que no hay mayor libertad que la de saber soltar.
Con estos cambios, he aprendido que así es.

De algo estoy segura: nada viene en vano, y en el 2010 tendré mucho que cosechar.
Porque este ha sido un año de siembras, de aprender a cuidarse de las tormentas, de aprender a crecer. De aprender que hay tierras fértiles, y de saber aceptar que hay otras que no, y que es mejor alejarse de esas personas a tiempo.

Este año descubrí una belleza nueva. La que surge después de la tormenta.
Cuando el asombro y el dolor ya pasaron. Cuando entendes que lo perdido perdido esta,y que esas son peleas que no vale la pena darle a la vida, la de intentar recuperarlo.
Es cuando desde lo mas profundo de tu corazón agradeces lo vivido, y lo soltas.
En ese momento te sentís limpio, liviano de pasado y de futuro, y maravillado por las posibilidades del presente.

¿Qué mas se necesita? Todo lo que existe es hoy. Y a hoy llegue con poco, es decir: con lo necesario.

Un par de personas hermosas, un trabajo nuevo, la facultad más encaminada, y un presente pleno de posibilidades. Eso es todo lo que tengo, y no necesito nada mas.

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