Aperturas e intemperie: la vida expuesta a la vida.
El camino abierto, la intemperie.
No se gana ni se pierde,
Solo se transforma,
se siente
Y uno va recreando,
Sanando las heridas y
aumentando los amores
Haciéndose otro hombre, siempre otro
El destino es el cambio.
No hay respuestas que se puedan dar de antemano.
Porque no hay amores, heridas, nacimientos, que se puedan
responder más que en el momento.
El tiempo que vivimos es el tiempo de las emociones que
guarda el corazón, de las memorias que guarda el olvido. Es necesario renovarse
entonces, abrirse a la tormenta, sentir la lluvia y ser la lluvia misma. Esa,
la vida intensa, es la única manera de curar la vida anterior, cualquier dolor. La vida cierra sus heridas, y se cura con nuevos amores, con toda la infinita comprensión que recién ahora podemos aportar. La vida se renueva con más vida.
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