Inseguridades

Ojalá todavía nos quede a nosotros como clase media (aunque nosotros es un pronombre lamentable y erróneo si de matar hablamos) pero quiero decir: ojalá nos quede aún algún recurso a nosotros, los que contamos con otros capitales económicos, simbólicos, etc... Ojalá nos quede algo que nos permita otra posibilidad distinta a esta de considerar que linchar es un acto de justicia. Justicia es que un chico pueda contar con otros recursos (como los nuestros) antes de considerar que robar es una estrategia con buenos resultados. Justicia sería que todos pudieran acceder a lo básico y más, pero que el mercado (ese gran generador de subjetividades) no nos tenga presos de su consumo infinito y desmedido. Si toda distinción simbólica pasa por el consumo, es lógico que alguien salga a robar un celular o un par de zapatillas para sentirse alguien, para estar dentro de lo que se lo vive excluyendo, para ser "alguien" (porque en la sociedad de consumo ser alguien es algo que requiere precios y pagos). Ojalá sepamos que hacer con nosotros mismos, los que tenemos los recursos de todo tipo para cambiar las cosas) antes de condenarnos a ponernos en el lugar de víctimarios, en el lugar de oscuros dioses que podemos decidir quién va a vivir y quién va a morir. No nos adjudiquemos el poder de dar muerte, ese poder tan empobrecedor, ciego e injusto. Porque si hacemos eso, si ya no tenemos otra opción para con nosotros mismos, para generar otra sociedad donde haya más justicia, donde la vida no tenga un precio, entonces los que estamos perdidos somos nosotros. No hay otros ni excusas en esta encrucijada propia. Y lo último: ojalá también podamos ser más críticos, quedar menos atados, al discurso de los medios de comunicación que bastante tienen que ver en este todos contra todos. No dicen la verdad, a la verdad hay que escucharla de cada boca. Hay que escucharla, y no lincharla.

Comentarios

Entradas populares