El humor es subversivo

El humor es subversivo. No respeta la realidad, la juega, le quita ese halo de grandeza inasible. Le cambia los sentidos, el humor desdice lo que la realidad dice, le quita jerarquías y tristezas.
Hay una moral que dice que hay cosas de las que no hay que reírse, por respeto. El respeto es consideración, miramiento, pero de ninguna manera sumisión. Yo considero al otro, pero críticamente, que lo respete no quiere decir que no lo piense. Es más, lo respeto porque lo pienso.
En definitiva, hay que reírse de todo. El amor (y eso nombrando solo uno de los mejores sentimientos que se encuentran al caminar) es muy profundo, incierto. Y es hermoso, pero necesita ser llevado con humor, sino no se lo sobrevive, el amor se desgasta si no es llevado con humor.
Por eso, insisto: hay que reírse de todo. Sin miedo, no hay cosas que merezcan no ser jugadas. Ríanse: la realidad objetiva no cambiara por el mero hecho de reírnos. Seguirá estando allí, intactito, este mundo maravilloso y terrible, hermoso y jodido. Pero nosotros, si nos reímos, seremos otros, muchos más fuertes y sanos para cambiarlo.