Escrituras

Leerse es como rastrearse, seguirse la huella, escribirse una carta y que la lectora, aunque sea siempre una, sea siempre a la vez otra. Huellas para seguir o no seguir, pero huellas que muestran lo que fuimos, que allí vibramos, que de allí venimos al fin y al cabo. Leerse implica escribirse, como posibilidad también de ser-con-otro. Uno presta espacio como presta palabras, para ser acompañado. En esa soledad irreductible donde sólo acompaña lo propio, o en ese, también misterioso, espacio para que acontezca junto a otro la vida, en esos dos espacios, y quizás entre esos dos, la escritura es un puente