Pausas

A veces hacen falta pausas. No llegar a un punto buscado, por lo menos no a cualquier costa.
Descansar, producir bienestar.
Generalmente pienso que hay cierto bienestar que se genera estando bien posicionado, en camino de lo que se quiere.
Sin embargo, entre la idea de productividad que sostiene la sociedad y mi idea de productividad, a veces resulta difícil caminar. Es como andar al filo de dos tiempos: por un lado ciertas obligaciones que no siento que me desarrollen como persona, sin embargo debo hacerlas y me llevan bastante... y por otro lado otra parte de mi tiempo es dedicada a lo que si me gusta. Seguramente trabajar dentro de un tiempo tendrá otro significado, pero hasta entonces...
Y asì es que termino agotada, que llega fin de año y cualquier demanda me resulta invasiva, me enoja, me satura...
Aprender a respetar los limites propios es un aprendizaje que me es dificultoso a veces, quizás por eso llego asì a esta altura.

Lo cierto es que decidí tomarme dos meses. Hay cosas que no puedo dejar, como el trabajo, pero hay otras que sì. Es una breve pausa para sanar, es tolerar que no puedo todo hoy, aunque tenga muchas ganas. Es escuchar que soy tambièn este cuerpo, y que mi mayor necesidad en este momento es un mar y mucho silencio. Tardecitas de sol, màs tiempo con amigos, lindas lecturas... tiempo para recordar que puedo respirar mejor...
Se trata de poner en pausa varias actividades, de tolerar mantenerlas inconclusas hasta un tiempo, porque hay algo màs urgente que concluir: es esto de aprender a caminar sobre mi tiempo, sobre mi forma de vida, dándole lugar a las pausas que nada producen en otros tiempos, pero que son fundamentales en mi tiempo.
Es dejar de rezar en altares ajenos, y pasar por el propios a ponerle algunas flores, a este tiempo de vida que me llama. Puede que eso despierte la ira de otros dioses... pero yo tengo mi propia religión, metafóricamente hablando.

Comentarios

Entradas populares