¿Por qué ganó Cristina? Una hipótesis

por Carlos Marchevsky



Un hombre nuevo ha advenido. Yo nací con la radio, mi niñez fue con televisión en blanco y negro y un solo canal, mi pubertad incorporó un segundo canal. Cuando joven me alegré de ver la pelea de Clay/Foreman por vía satélite. Hablar por teléfono al exterior podía implicar una espera de meses. Mi hija nació con la t.v. en color, el cable, internet, messenger, facebook, twitter, celular. Yo jugaba al fútbol y veía televisión, mi hija llega a la casa toma el teléfono, la computadora y se la pasa chateando todo el tiempo. Yo solía tener mi grupo de amigos los viernes, sábados y a veces el domingo, ella está con sus grupos todos los días y de manera simultánea.

Cuando se desarrollo la discusión sobre el matrimonio igualitario me devane entre la filosofía, el psicoanálisis, la sociología, mi ética, mi formación. Sólo acepte a modo de resignación y durante mucho tiempo sino aún me resisto. Mi hija con 15 años me miró con cara extrañada y dijo: -Por supuesto que se pueden casar. Así de simple.

Un hombre nuevo ha advenido y ese hombre nuevo nutre un discurso social que los arcaicos no comprendemos o tenemos que hacer enorme esfuerzo por comprender. Al decir discurso, no me refiero a las palabras nuevas de la joven generación, sino de una nueva lógica que atañe el devenir histórico, social, científico, tecnológico. Algo distinto se construye en el discurso porque la vida social es otra de otros hombres y circula recreándose. ¿Cuál es ese discurso? Pregunta errada, el discurso discurre y nadie es dueño de él, aunque claramente discurre desde una lógica no propicia para nosotros los arcaicos.

¿Por qué ganó Cristina? Porque es la única política que ha sabido escuchar el discurso, ha permitido dejarse atravesar por él y a la vez sabe expresarlo. Por supuesto que hay gente que la ha votado por la bonanza económica, también otros por los planes, pero muchos porque se sienten escuchados en el discurso. Y los jóvenes que enlazan en él, comentan en sus casas y a sus vecinos, ella hace pero a la vez dice algo que a nosotros los arcaicos no nos llega.  Inclusión social, de pobres, de marginados, sí pero de homosexuales y jóvenes también, de ancianos con la jubilación, de los desaparecidos con los juicios, de los niños con la aplicación efectiva de las leyes nuevas sobre la niñez. Inclusión social es una  frase remanida que puede usar cualquiera, pero inclusión social que dice de las mujeres embarazadas, de la asignación universal, de fútbol para todos es la misma palabra que dice algo desde ese discurso que los arcaicos no entendemos. Discurso sobre la diferencia no tolerada sino aceptada, discurso sin represión, discurso neetwork para todos, discurso con historia no Billiken sino enjuiciada, es decir, remendando para que nadie caiga por los agujeros de la eterna repetición. Hay que escuchar hablar a Cristina. ¿Es focauliana, es neosartriana, leyó Derrida, está atravesada por el psicoanálisis?

Cristina ganó porque ha sabido interpretar el discurso de estos tiempos. Un discurso social que nadie sabe muy bien cuál es pero que nos sigue impactando el cuerpo.


¿Por qué perdió la oposición?

Porque no se han enterado del discurso, porque combaten a Cristina con el discurso viejo, porque son arcaicos y no la entienden. Por eso De Angelis se sorprende, la Mesa de Enlace se sorprende, los políticos se sorprenden, Grondona y Solá se sorprenden y buscan razones en la vieja lógica para comprender lo que la vieja lógica no puede comprender.

Duhalde comenzó su campaña tratando de seducir al público imitando a los pastores evangelistas, alguien le advirtió del ridículo y volvió a ser Duhalde. Luego Duhalde dice ser peronista de Perón y Evita reivindicando al Perón del ‘73 que venía a reconciliar el país en su famoso abrazo con Balbín. Perón del ‘73 vino con López Rega, instauró la triple A como preámbulo del genocidio e instaló a la limítrofe Isabel en el gobierno. Ese es Duhalde, lobo con piel de cordero, un arcaico.

Alfonsín Raúl ganó las elecciones del ‘83 utilizando sabiamente como estribillo el recitado del preámbulo de la Constitución. Ricardo, para no ser menos, comenzó su campaña recitando estrofas el himno nacional. Alguien le advirtió del ridículo y comenzó a ser Alfonsín. Pero Alfonsín es la sombra de su padre y entonces habla como su padre, gesticula como su padre, parafrasea como su padre y entona angelicalmente como su padre. ¿Y quién fue su padre? Fue el que dijo que la casa estaba en orden. La casa burguesa, la casa status quo, la casa mamá-papá y los hijitos. Fue el que dijo obediencia debida y punto final. Fue el que le dio la espalda a las madres y abuela y a los originarios. Fue el de la hiperinflación, fue el pacto de Olivos. El que mandó a su tropa a votar a De la Rúa en la interna con Chacho Alvarez para reinstalar a Cavallo y el ajuste. Malos tiempos aquellos, imitar para resarcir la memoria de alguien que fracasó. Otro arcaico.

Carrió, antes que Duhalde optó por el evangelismo como forma, pero se hizo al modo de los testigos de Jehová. Nadie le advirtió. Detrás de su fachada ecuménica el Apocalipsis. Una mujer misógina, ejemplo magnífico para los kleinianos, ya que no hace más que envidiar y por sobre todo al pene, turbia como su pasado, ¿qué fue? ¿Hubo una madre fálica?, ¿un padre golpeador, fue criada por los abuelos? ¿Acaso alguna vez se dedicó a su hija? ¿Siente dolor con sus duelos de siete días? ¿Alguna vez quiso a alguien? ¿Tiene idea de lo que es la ternura o el amor o sólo destila odio a cualquiera que hace algo que no sea ella? Oligarca decadente que utiliza los spa de Córdoba y los viajes al extranjero para nutrirse de delirios. A veces se es obeso por problemas de salud, otras por vivir comiéndose a sí mismo. El Apocalipsis estuvo de moda antes del año 2000.  Demasiado arcaica.

Altamira logró casi el 3% de los votos gracias a la nueva ley electoral, si no fuera por ella jamás hubiera tenido la publicidad gratuita que le ha permitido difundirse como nunca antes. Lo primero que dijo cuando festejó fue un agravio a la ley que lo facilitó. Siempre en contra, no importa de qué, demasiado menemista, mientras peor, mejor. Altamira, hombre grande para tirársela de protestatario.  Un arcaico más.

Pino Solanas es hombre de cine, de imagen, de medios masivos de comunicación. Hizo una película y le salió mal, los productores le quitaron el dinero a mitad de camino. Qué quedo, un buen ejemplo para las teorías lacanianas, hombre castrado, privado y frustrado. Demasiado arcaico para nuestro días.

Por otro lado, mientras el cristinismo habla de inclusión, la oposición habla por sectores. Carrió llevó a Llambías consigo, representa a la Mesa de Enlace, Binner y De la Sota se encumbraron por defender a los sectores oligárquicos del campo, Duhalde dijo que de ganar dejará sin efecto la ley de medios contra los monopolios de la información. Alfonsín pacta con De Narváez, sector empresarial pro ajuste.





Para seguir leyendo: http://www.mdzol.com/mdz/nota/321188-por-que-gano-cristina-una-hipotesis/


Comentarios

Entradas populares